Locales

Ramon Orlando Valoy, mucho con demasiado.

Ramon Orlando Valoy. El día que lo conocí, Dios me regaló a un hermano.

Y no a un hermano cualquiera, me regaló un inmenso tesoro con un corazón tan grande y con tantas cualidades humanas que me permiten llamarlo excepcional.
 
Es puro, auténtico, con valores, un templo de honestidad y principios morales y éticos.
 
Sensible, solidario al 100%, incapaz de hacer daños porque los pastores de la decencia perdonan a sus verdugos y les dan de comer.
 
Un prodigio de la música y no sólo de la música comercial, donde sus aportes son tan importantes e inmensos que el planeta sabe exactamente de sus cientos de éxitos musicales en todos los conceptos tropicales y caribeños.
 
Ramon Orlando Valoy, el hijo del icono y consagrado Cuco Valoy, otro templo de la decencia y los valores éticos, fue formado para transitar por los caminos de los principios morales.
 
Ramon Orlando Valoy es mucho más que un maestro de la música, mucho más que un compositor de grandes éxitos, es mucho más que una estrella de la interpretación, él es un pastor, una persona sencilla, humilde, cercana, un apasionante promotor de los mensajes de Dios, un hombre que con amor siembra las palabras de Jesucristo y hace el bien.
 
No traiciona, no es envidioso, no habla mal de sus amigos a sus espaldas y tiene gratitud.
 
Es compositor, arreglista y director sinfónico, ha dirigido importantes orquestas sinfónicas en América Latina y los Estados Unidos.
 
Gracias por darme la oportunidad de llamarte amigo, nunca me cansaré de agradecerte ese trato tan humano que me brindas.
 
Dios te bendiga, mi buen amigo. Sean siempre buenos. Luis Medrano.

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