Locales

Por un voto de inconformidad que estimule la participación

Por un voto de inconformidad que estimule la participación

Teófilo Quico Tabar

Hace años que propuse públicamente a la JCE, y a los propios partidos, establecer un mecanismo para que los ciudadanos renuentes a votar pudieran hacerlo mediante la habilitación de una boleta de inconformidad, válida; algo fácil de implementar ahora con una boleta única pues solo bastaría crear un espacio para ello. O sea, que además de los diferentes candidatos, haya un espacio para el voto de inconformidad, el cual sería computado como tal.

 

Eso permitiría a los votantes inconformes, enviarles un mensaje de protesta o desencanto, tanto al sistema partidario como a los partidos. Lo cual, a mi criterio, los ayudaría a modificar sus acciones. Pero, además, ese voto de inconformidad provocaría elecciones más participativas y un mecanismo para corregir errores en beneficio del sistema democrático. Dichos votos serían computados, siempre que no se produzcan borrones o embarres que obliguen a su anulación. Lo que no violenta el principio democrático. Muy por el contrario.

 

De hecho se sabe que hay mucha gente indecisa o desinteresada en los procesos electorales. Por diferentes razones. Ya sea porque los partidos no logran motivar suficientemente a toda su militancia ni a mucha gente independiente; porque algunos candidatos no reúnen las mejores condiciones; porque la Junta Central Electoral no complace una parte importante de la sociedad, así como un conjunto de acciones que entorpecen el quehacer político partidario. Lo que de alguna manera desmotivan a muchos ciudadanos a ejercer el sufragio.

 

Preocupa, porque a pesar de todo lo malo que algunos sectores puedan endilgarle al quehacer político, las elecciones no deberían ser rechazadas ni ignoradas. Y como consecuencia de ello, provoquen abstención como única forma válida de demostrar inconformidad. Pero eso no es bueno. Y como en nuestro sistema electoral se gana con el 50 % más uno de los votos emitidos, sean muchos o pocos, la creación de esta casilla de inconformidad, se constituiría en un mecanismo que ayude a una mayoría más fuerte, aunque no necesariamente lo merezca algún candidato.

 

Aunque para algunos la abstención representa una forma válida de protesta, en realidad no resulta la mejor vía de demostrarlo. Mientras que el voto de inconformidad podría resultar un mecanismo de soporte del propio sistema. Brindando la oportunidad de cambiar la abstención por el voto de inconformidad. Que para algunos expertos, no deja de ser un voto más consciente.

 

A juicio de una cantidad considerable de ciudadanos, particularmente en las elecciones congresuales, participan candidatos que no son las mejores opciones, por lo que, el voto de inconformidad podría ayudarlos a escoger mejor los aspirantes. Porque en las boletas hay mucha gente buena, con capacidad y calidad moral, por lo que, la existencia de algunos candidatos dudosos no debería empujar al abstencionismo simple y llano, ya que con ello se atenta contra la posibilidad de un mayor calidad y equilibrio Congresual y contra la gente buena que hay en las boletas.

 

Esa fórmula sencilla, democrática y participativa, podría resultar aleccionadora. Le ofrecería a los inconformes la oportunidad de votar bajo protesta y contribuir al fortalecimiento de nuestra institucionalidad democrática. Y como la democracia le resulta bastante cara al país, hay que abrirle las puertas a la mayor cantidad de ciudadanos posibles. Aún aquellos que por razones diversas o válidas han estado perdiendo la fe. tabasa1@hotmail.com

 

 

 

 

 

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba